jueves, 26 de abril de 2012

Desde el 2000, una familia argentina recorre el mundo en un auto de 1928

Ya perdieron la cuenta de los miles y miles de kilómetros recorridos en su auto. Hicieron 70 mil de Argentina a Alaska, otros 20 mil por toda el país. Herman y Candelaria Zapp atesoran una increíble mixtura de culturas y anécdotas. Tienen cuatro hijos, todos nacidos en el camino. Cómo hacen para criarlos y educarlos.

 


"Al auto no lo conseguimos nosotros, creo que el nos eligió", recuerdan los viajeros.

Ya perdieron la cuenta de los miles y miles de kilómetros recorridos en su auto. Hicieron 70 mil de Argentina a Alaska, otros 20 mil por toda el país... Son Herman Zapp y Candelaria Chovet, un matrimonio que —literalmente— fue gestando los hijos por el camino. Un periplo iniciado en el año 2000 y que tal vez en un par más culminen. Ellos persiguen un sueño, el viajar como estilo de vida. Y sus aventuras por los cinco continentes quedaron plasmadas en un libro: "Atrapa tu sueño". Hoy están recorriendo Asia en su inseparable Graham-Paige modelo 1928, el mismo que tuvieron que ampliar y convertir en una especie de motorhome cuando la familia se agrandó.

Herman nació en California hace 43 años pero al año ya estaba radicado en Sierra de la Ventana. Candelaria —bisnieta de los fundadores del pueblo de Chovet, en Santa Fe— nació en Capital Federal hace 41 años. El cuenta que antes de partir hacía cableados de redes y fibra óptica y le estaba yendo bien. Candela era secretaria de su padre, que es médico.

¿Como surgió la idea de perseguir este sueño? Herman es el que empieza a desenmarañarlo: "Es un sueño adolescente; nos pusimos de novios cuando Cande tenía 14 y yo 16. Juntos, por 10 años, empezamos a hacerlo crecer. Nos casamos y el trabajo, la casa, la vida y los miedos nos llevaron por otros caminos hasta que después de seis años de casados quisimos tener hijos y nos preguntamos qué había pasado con nuestro sueño de viajar. Y ahí fue cuando le pusimos fecha. En el año 2000 comenzamos a vivir los mejores años de nuestra vidas".

Para el gran viaje no había auto pensado. Era una experiencia de mochileros hasta Alaska. Sin embargo... "Al auto no lo conseguimos nosotros, creo que el nos eligió. Un señor me insistió con que lo fuera a ver después que yo le dijera que no estaba interesado. Sin embargo, fue verlo y enamorarme. Es un Graham- Paige modelo 1928", rememora Herman, mientras Candela acota que "el auto tiene mucho de especial, tiene kilómetros de vida. Es un dibujante de sonrisas (como lo llamaron una vez en Colombia) porque lo primero que hace la gente al verlo es sonreír".

— Están recorriendo Asia, la quinta etapa del viaje. ¿Cómo es la vida de seis personas andando miles y miles de kilómetros en un auto modelo 1928?

— Herman: Nada fue más difícil que el primer día, empezar. Dejar lo conocido para ir a lo desconocido. Yo la llamaría la etapa mas dura también.

— Candelaria: Desde que arrancamos de Argentina a Alaska se pueden mencionar miles de anécdotas. Como cuando nos quedamos sin dinero a los seis meses de viaje antes de navegar el Amazonas y aprendí a pintar acuarelas y Herman a enmarcar para vender y poder seguir. O del nacimiento de Pampa, nuestro primer hijo, en Carolina del Norte. Pero elijo anécdotas de la ultima etapa, porque son las más frescas. Es que a Asia la veíamos tan lejos pero es increíble como todo poco a poco se va haciendo, poco a poco llega. Pasamos Nepal y en este ultimo año y medio hicimos Corea, Japón, Filipinas, Malasia, Brunei, Indonesia, Tailandia, Camboya, Singapur, Laos y ahora China.

Irremediablemente, surgen las anécdotas: "Al ingresar a Indonesia, en la isla de Borneo, no hicimos más de 10 kilómetros cuando rompimos los elásticos de la amortiguación del Graham por los pozos que había. Llovía y anochecía. Paramos a buscar un refugio en la casa de una familia que tenía cinco hijo y no hablaban nada de inglés. Con señas nos hicimos entender y ahí nomás Herman puso manos a la obra. Elásticos nuevos ahí no íbamos a encontrar pero se las ingenió para arreglarlos usando una madera y unas sogas para sostener la pieza rota. Dormimos esa noche en la casa donde nos dejaron cocinar y con sonrisas y gestos nos despedimos de ellos a la mañana siguiente. Tuvimos que parar como seis veces más para ajustar la soga y así llegamos a la isla de Java, después de tres días de viaje en barco desde Borneo".

—¿Cómo es el relacionarse con gente tan diferente, de diferentes estilos de vida, razas y credos?

—Cuando uno vive una vida de nómade como la nuestra, necesita del afecto de la gente; a nosotros particularmente ese afecto nos ayuda a no extrañar tanto los nuestros. Tanto en Asia como en Oceanía o América siempre hemos encontrado ese afecto. La gente no cambia por vivir en diferentes latitudes, por tener más o tener menos, busca obtener las mismas cosas en la vida, sigue siendo lo mejor y la mejor sorpresa de nuestro viaje. Es increíble que hoy en día ya somos seis en nuestra familia y la gente nos recibe igual en sus casas y nos comparte su mayor fortuna: su familia y su hogar. No importa que no hablemos su idioma, no importa que vistamos diferente, no importa cuánto tengan para ofrecer, ellos quieren ser parte de este sueño y hacen que sea más maravilloso aún.

Lo más lindo del viaje es conocer gente increíble, pero lo mas triste es que nos tenemos que despedir de ellos, constantemente.

—¿Hay alguna anécdota que pinte esa intensa relación humana?

— En Brunei nos hospedó una familia de musulmanes con seis hijos, súper religiosa y como tal todas las mujeres de la casa estaban cubiertas, por lo cual yo, por respeto, vestía chalinas para cubrirme. Nos adaptamos por una semana a su cultura, conocimos su mezquita y a toda su familia. Y fuimos invitados a un casamiento. Las mujeres estaban por un lado y los hombres por el otro. La futura esposa esperó al marido, luego se sentaron al lado de una vasija llena de agua con pétalos de flores flotando, descubrieron sus pies y los más allegados al matrimonio tomaban un poco de esa agua con un jarrito y la vertía sobre los pies. Saludaban luego al novio y luego a la novia. Le preguntaron a Herman si quería pasar. El fue, vertió el agua sobre los pies, saludó al novio con la mano y le dio dos besos a la novia uno en cada mejilla y exclamaciones unánimes sonaron en la multitud "¡Eso no, no!" y otros se rieron. Herman, avergonzado, le comentó a la dueña de casa que había visto que le daban dos besos a la novia. Y ella le contestó: "Sí, pero era su padre y su hermano, sólo ellos pueden besarla".

"Cuando tenemos problemas, con el auto o con los chicos, crecemos. Por ejemplo, cuando para ir desde a una isla filipina llamada Palawan a Borneo tuvimos que poner el auto en un barco de madera que era sólo para pasajeros. No nos querían dejar subir; navegamos tres días en un mar muy movido, con lluvia, durmiendo nosotros en unos catres. Al vivir ese momento recordé cuando bajamos durante un mes el río Amazonas en una balsa que construimos", cuenta Herman.

En Filipinas debieron hacerle modificaciones al Graham porque ya no había más espacio para todos. El techo anterior se convirtió ahora en una carpa mas grande que se extiende para los costados y los cuatro chicos pueden dormir ahí. El baúl se convirtió en una mesa para comer y cocinar. "Cada vez que preguntamos si podemos acampar, la gente nos dice «de ninguna manera, vengan a casa a dormir». Nos pasó mil veces que alguien llega a su casa y le dice a su mujer «pon más comida en la cacerola que tenemos invitados». Esa es precisamente la riqueza que nos da este estilo de vida, hacemos lo que la gente del lugar hace".

Del 2000 al 2003 viajaron desde Argentina a Alaska; después fue Ushuaia-La Quiaca; más adelante EEUU y Canadá; entre febrero del 2009 y enero de 2010 recorrieron Oceanía y ahora es el turno de Asia. Los Zapp siguen moldeando y atrapando sueños. La aventura continúa...

Mario Candioti / La Capital



Los hijos que vinieron en el camino


Uno nació en California, otro en Argentina, la niña en Canadá y el benjamín en Australia.

Los Zapp tienen cuatro hijos: Pampa, de 9 años, quien nació en Greensboro, California; Tehue, el único argentino, que lo hizo en Capilla del Señor y tiene 6; Paloma, la única niña, vio la luz en Vancouver, Canadá, hace 4 años y Wallaby nació en Australia hace 2.

Candela cuenta cómo es el proceso de educación y de sociabilización con otros chicos: "No conocen el aburrimiento, la rutina, ni la pregunta ¿cuándo llegamos? Son más adaptables que nosotros y saben disfrutar todo lo que vivimos. Yo aprovecho todas las experiencias de viaje,, como cuando en Borneo fuimos a una selva a ver monos pero nuestra sorpresa también fue ver de repente un grupo de 36 elefantes salvajes a menos de 20 metros. Ni los chicos, ni nosotros nos queríamos ir de ahí. Como madre y maestra a la vez, aprovecho estas experiencias para enseñarles. Que dibujen y escriban lo que vieron, armando así oraciones, párrafos y que expresen lo que más les gustó de la experiencia contando en qué lugar del mundo los vieron, en qué tipo de ambiente. Igual que cuando fuimos a alimentar a los cocodrilos de agua salada en Darwin, al norte de Australia, o cuando vimos los corales llenos de peces con mantarrayas, o las tortugas marinas en Filipinas. O bien cuando vamos a un museo de historia, de petróleo, de dinosaurios, a volcanes, a minas".

"También les enseño con el Sistema de Educación a Distancia de Argentina y así van aprobando los grados. Es muy bueno", abunda Candela y agrega que "los chicos no sólo son excelentes viajeros sino que también excelentes amigos. Se quieren mucho, protegen y juegan teniendo una imaginación increíble. Cuando terminemos Asia en aproximadamente dos años, pienso cuánto voy extrañar esto de tenerlos tan cerca".

"El quedarnos en las mismas casas de la gente que conocemos influye en la educación de los chicos y en su formación. Uno es según el ambiente en el que crece. Y qué mejor que adaptarse a crecer en todos los ambientes", agrega. "Comparado con la mayoría de la sociedad —plantea— es inusual que un niño crezca viendo el mundo en el mismo mundo, que aprenda idiomas en el lugar que lo hablan, que sea recibido en la casa de un pescador, un campesino, un rico, un pobre, un amish, un protestante, un judío, un musulmán y que vea que son maravillosos y que les compartieron sus mayores fortunas que son su hogar y su familia".
Y da una particular visión de la crianza de sus hijos: "Los chicos que están en una rutina no socializan más que unos que interactúan todos los días con alguien de otra cultura. Una rutina..., ¿un lugar adónde ir y volver todos los días?, ¿quién quiere educar a un niño con rutinas en un mundo tan cambiante? Creo que lo mejor sería enseñarle a adaptarse al cambio, en un mundo que no para de cambiar".

FUENTE: Diario La Capital

http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2011/11/27/noticia_0011.html

Si quieren saber más sobre la familia Zapp y sus aventuras pueden dirigirse a este link:
http://www.argentinaalaska.com/blog/Quienes-Somos

miércoles, 18 de abril de 2012

Dr Julio Maiztegui, un benefactor y luchador incansable

EI Dr. Maiztegui nació el 25 de agosto de 1931, en la ciudad de Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires.
Se graduó como médico en 1957 en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Entre 1958 y 1963 realizó estudios de perfeccionamiento en Clínica Médica y en Enfermedades Infecciosas en el Boston City Hospital dependiente de las Universidades de Boston y Harvard. En 1964 obtuvo el título de Master en Salud Pública de la Universidad de Harvard.

A su regreso al país en 1965 para desempeñarse en el Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (CEMIC), y con el apoyo de la Fundación Emilio Ocampo, inicia sus trabajos en Pergamino. Entre 1968 y 1969 realizó el Master en Epidemiología, en la Escuela de Medicina Tropical de la Universidad de Londres, Inglaterra.
Casi toda su labor científica la desarrolló en Pergamino, abocado al estudio y al control de la Fiebre Hemorrágica Argentina. Con la estrecha colaboración de diferentes organizaciones locales y de la comunidad de la zona rural afectada por la FHA, de la que supo ganarse el afecto y reconocimiento, sentó las bases que permitieron avanzar en el efectivo control de esta enfermedad. Producto de su tarea fue la creación en 1978, del Instituto Nacional de Virosis Hemorrágicas, actualmente Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas, al que dirigió desde su creación hasta sus últimos días. La muerte lo sorprendió sin haber concretado todos sus objetivos, pero sin embargo, viendo en acción uno de sus grandes anhelos: el de la vacuna Candid 1 contra la FHA.
El Dr. Maiztegui fue distinguido por su prolífera labor con el título de Doctor "Honoris Causa" por la Universidad Nacional de Ciencias Médicas de Rosario, fue Miembro Correspondiente de la Academia de Ciencias Médicas de Córdoba, Consultor del Comité de Expertos en Enfermedades Virales de la Organización Mundial de la Salud, Socio Honorario de la Federación Agraria Argentina, Ciudadano Honorario de Pergamino y Miembro Correspondiente Nacional de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires. Publicó más de doscientos trabajos de investigación, varios de los cuales fueron objeto de diferentes distinciones, habiendo recibido en dos ocasiones el Premio Mariano Castex de la Academia Nacional de Medicina.
Su desaparición física, el día 29 de agosto de 1993, a los 62 años significó una gran pérdida para la comunidad científica argentina. Dejó en sus colaboradores y en toda la comunidad de Pergamino y su área de acción un imborrable respeto a su persona y el reconocimiento por toda la obra que con profunda vocación realizara.
Mediante el Decreto 393/94 de fecha 16 de marzo de 1994 y como reconocimiento a toda la labor desarrollada, se impuso el nombre del Dr. Julio Maiztegui al Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas, en un acto abierto a la comunidad, llevado a cabo en sus instituciones el día 29 de octubre de 1994.
FUENTE: http://www.fundacionmaiztegui.org.ar/1024x768/Marcos/Dr.%20Maiztegui/Pagina%20Dr.%20Maiztegui.htm

sábado, 14 de abril de 2012

Hoy Robert Doisneau cumpliría 100 años

Hoy Robert Doisneau cumpliría 100 años, este maravilloso artista del Siglo XX nos mostró su libre vuelo en cada una de sus fotografías.

Robert Doisneau en acción
Este genio se levantaba temprano y recorría París la cual le regalaba con su vida y sus imágenes la inspiración y el material necesario para hacer su obra.

Sus fotos mostraban la vida cotidiana de la gente, los niños corrían libremente por París y el simplemente los retrataba.


En 1950 inmortalizó el beso furtivo de una pareja en la obra "Le baiser de l'Hôtel de Ville", que se convirtió en un símbolo internacionalmente reconocido del amor joven en París. La identidad de estos jovenes fue un misterio hasta 1992 cuando se supo que realmente esta pareja de enamorados eran dos estudiantes de arte dramático que Doisneau conoció en un café y que realmente habían posado dándose un apasionado beso. La foto fue subastada en 2005 por 155.000 euros.
"Le baiser de l'Hôtel de Ville"

Podríamos contar su biografía pero nos parece mucho más rico y provechoso seguir disfrutando de su obra y sus palabras.

 

"Mis fotos son casi todas de niños abandonados,
porque la gente los adopta y los cría en su mente"


"París es un teatro en el que se paga el asiento con el tiempo perdido.
Yo me planto allí con mi pequeño rectángulo y espero"


“Las maravillas de la vida diaria son apasionantes.
Ningún director de cine puede organizar las sorpresas que te puedes encontrar en la calle”

“Hoy en día, la imaginación visual de la gente es mucho más sofisticada
 y está mucho más desarrollada, especialmente en los jóvenes.
 Ahora puedes tomar una foto que únicamente sugiera algo de forma leve,
 y ellos se encargarán de hacer con la imagen lo que les dé la gana”


“Nunca he notado el paso del tiempo,
estaba demasiado absorbido por el espectáculo que me ofrecían mis contemporáneos,
un espectáculo gratuito e infinito para el que no se necesita entrada… y,
cuando se presentaba la ocasión, les ofrecía, en recompensa,
el consuelo efímero de una imagen.”

A Robert Doisneau se le han dedicado innumerables libros y películas. De su más famosa obra  "Le baiser de l'Hôtel de Ville" se han vendido cientos de miles de copias en el mundo.  Y se seguiran vendiendo y sobre todo seguirán inspirando a miles de soñadores del mundo entero.

Edgardo Consiglio     para Títulos Felices

Breve reseña histórica del helado


Está claro que el origen de los helados es muy antiguo. Hay quienes sostienen que los antiguos romanos son los inventores del “sorbete”. Ellos utilizaban nieve, frutas y miel para preparar este refrescante postre. Parece que Nerón hacia traer nieve de los Alpes para que le preparen esta bebida helada. Otros con igual convicción, señalan que los chinos, muchos siglos antes de Jesucristo, ya mezclaban la nieve de las montañas con miel y frutas.
Lo cierto es que los conocían y disfrutaban, los chinos, turcos, árabes y romanos. Otro antecedente interesante es que en la corte de Alejandro Magno, se enterraban ánforas conteniendo frutas mezcladas con miel, en la nieve, para conservarlas mejor y se servían heladas.
Los cocineros árabes, de los Califas de Bagdad, se destacaron en refinar la calidad y variedad de estos, incorporando a la preparación zumos de fruta. A estas mezclas le dieron el nombre de "sharbets", que quiere decir bebida, de allí el nombre sorbete empleado hoy en día.
Se atribuye a Marco Polo el haber divulgado en Italia una receta para su preparación de regreso de uno de sus viajes al Lejano Oriente. Esto apoyaría la idea de que fueron los chinos quienes inventaron los helados, pero como es desde Italia que se hacen conocidos en el mundo, se explica que muchos crean que se originaron en Roma. Se ha llegado a decir que el nombre de los helados llamados "polos" se puso en homenaje al legendario Marco Polo.

Obviamente la elaboración de los helados no era sencilla, ya que era imprescindible disponer de nieve y de los medios para conservar la temperatura. Esto hacia de los helados un placer para pocos, solo lo disfrutaban los reyes y las personas privilegiadas de esa época. Según referencias históricas, en los siglos XVI y XVII, en las cortes de España, Francia e Inglaterra, se elaboraban y servían helados.
Se sabe que los helados llegaron a Francia, cuando Catalina de Médicis se casó con Enrique II. A Inglaterra, en cambio, llegaron de la mano de un cocinero francés que sirvió en la corte y que inventó una receta que incorporaba leche a los helados, el producto era mucho más rico y se cuenta que el rey le dio una gran recompensa para que reservase la formula únicamente para el uso de la mesa real. Pese a ello la fórmula se conoció en todos los países. En la corte del rey francés Luis XIV hacia el año 1600 se presentó el helado con esas características en la alta sociedad. De esa época viene la polémica entre los médicos y otros expertos sobre si el helado es bueno o no para la digestión.
También en ese entonces, el año 1660, el italiano Procopio inventó una maquina que homogeneizaba las frutas, el azúcar y el hielo, con lo que se obtenía una verdadera crema helada, similar a la que hoy conocemos. Procopio, abrió en París el "Café Procope", donde además de café se servían helados, así se popularizó el delicioso postre. Por muchos años los heladeros italianos, guardaron celosamente el secreto de preparación de los helados, aunque como vendedores ambulantes lo difundieron por toda Europa. Para el siglo XVIII, las recetas de helados empezaron a incluirse en los libros de cocina.
Hacia 1700, los helados llegaron a América del Norte y se hicieron populares en Estados Unidos. En 1846, Nancy Jhonson, una norteamericana, inventó la primera heladora automática, con lo que puso la base para el surgimiento del helado industrial. Unos años después, en 1851, Jacobo Fussel fundó la primera empresa productora de helados, de los Estados Unidos.
¿Y en Argentina? Hasta mediados del siglo 19, el hielo llegaba desde Inglaterra o los Estados Unidos en barras envueltas en aserrín. Los primeros en servir refrescos ‘helados’ fueron el “Café de París”, el “Café de las Armas” y el “Café de los Catalanes”. Gradualmente aparecieron las heladerías y muchos de nosotros recordamos la clásica presentación en copas de metal, con una galletita encima.
¿Cómo hacían el helado si no tenían máquinas enfriadoras?
Solucionaron este inconveniente utilizando dos recipientes de madera o de estaño, uno metido dentro del otro. En el más pequeño de estos recipientes se preparaba la mezcla de helado. Es importante destacar que en esa época descubrieron que la adición de sal en grano hace bajar la temperatura del hielo y que este duraba por más tiempo. Luego rellenaban el espacio entre los recipientes con hielo y sal. Después de mezclar los ingredientes, se dejaba la mezcla en el recipiente, y el helado quedaba listo.


Publicidad del año 1931

Sin duda surge la pregunta: ¿de dónde obtenían el hielo?
Mucho tiempo antes se había descubierto que se podía almacenar hielo del invierno en pozos en la tierra que se tapaban con paja y ramas de roble. Hay que destacar que en proceso de producción de helados, sobre todo para pasar del frío natural al frío industrial, los avances de la ciencia y de la técnica fueron fundamentales.
Grandes sabios como Fahrenheit (1686-1736), Faraday (1791-1867) y Reamur, contribuyeron con sus descubrimientos a hacer avanzar las ciencias que enseguida se aplicaron a los métodos de producción de los helados. Luego, en el siglo XIX, se inventaron las primeras máquinas de hacer hielo lo que facilitó la producción en masa. Ya en ese tiempo en algunos hogares se conservaba el hielo se conservaba cajas hechas de madera y corcho.


En la actualidad se han perfeccionado mucho las técnicas de fabricación de helados. La maquinaria disponible facilita la producción industrial y doméstica de helados. También han mejorado las normas de higiene. Hoy en día un buen fabricante de helados no solo debe conocer el oficio, debe saber de cocina y pastelería, saber un poco de química y bacteriología y tener algo de artista.
Sergio R. Mantello


FUENTE:

jueves, 12 de abril de 2012

De todos modos (por la Madre Teresa de Calcuta)



 

En un cartel en el muro de una casa infantil de Calcuta, la Madre Teresa dejó
escrito lo siguiente:

- Las personas son irrazonables, inconsecuentes, ámalas de todos modos.
- Si haces el bien, te acusaran de tener obscuros motivos egoístas, haz el bien de todos modos.
- Si tienes éxito genuino y verdadero, y te ganas amigos falsos y enemigos verdaderos, lucha de todos modos.
- El bien que hagas hoy será olvidado mañana; haz el bien de todos modos.
- La sinceridad y la franqueza te hacen vulnerable; sé sincero y franco de todos modos.
- Lo que has tardado años en construir puede ser destruido en una noche; construye de todos modos.
- Alguien que necesita ayuda de verdad puede enojarse si lo ayudas; ayúdale de todos modos.
- Da al mundo lo mejor que tienes y te golpearán a pesar de ello; da al mundo lo mejor que tienes de todos modos.

Dios conoce nuestras debilidades, y nos ama de todos modos.

FUENTE:
http://www.anecdonet.com/modules.php?name=News&file=article&sid=465

viernes, 6 de abril de 2012

Entrevista a Jim Caviezel – El protagonista de “La Pasión” habla sobre su visita a Medjugorje

En febrero de 2010 Jim Caviezel (protagonista de “La Pasión” de Mel Gibson) hizo su sexta peregrinación a Medjugorje y después viajó a Viena donde concedió una entrevista a Christian Stelzer para la revista Oase des Friedens. La traducción croata se ha publicado en la última edición de la revista parroquial de Medjugorje Glasnik Mira.
 Jim, ¿cómo oíste hablar de Medjugorje?

Mi esposa vino a Medjugorje mientras yo estaba en Irlanda grabando la película "El conde de Monte Cristo". Las cosas no iban muy bien aunque yo trabajaba siete días a la semana. Un día ella me telefoneó y me di cuenta por su voz de que algo había cambiado. Empezó a hablar sobre Medjugorje y cómo uno de los videntes iba a venir a Irlanda. Le interrumpí diciéndole: “Mira, tengo bastantes cosas que hacer. No voy a entrar en ese tema de los videntes”. Además, yo pensaba que como católico no tengo que aceptar necesariamente Lourdes, Fátima o Medjugorje. Eso es lo que yo pensaba.

Recuerdo que en la escuela católica donde estudié mis primeros años, una vez oímos algo de Medjugorje y nos emocionamos, pero pronto descubrimos que el obispo local se oponía y consideraba falsas las apariciones así que perdimos el interés rápidamente.



El vidente Ivan Dragicevic vino a Irlanda; yo sabía que no tendría tiempo para él debido a que tenía que trabajar todo el tiempo. Un día mi socio en la película no se encontraba bien y yo me tomé el día libre  para poder ir a una aparición. Yo estaba al final de todo en la abarrotada iglesia y no sabía muy bien lo que ocurría. Pero cuando el hombre que estaba a mi lado en su silla de ruedas cayó sobre sus rodillas en el momento de la aparición yo me conmoví.  Pensé: este minusválido, a pesar de todos sus dolores, está arrodillado en el frío suelo de piedra y está rezando! Hoy se que era Dios, que me conoce tan bien, El que sabía dónde tenía que tocarme para conseguir mi atención!

Aunque pueda sonar extraño, me tomé otro día libre el siguiente domingo y pude tener un encuentro con Ivan, como deseaba mi esposa. Durante el tiempo de la aparición me arrodillé cerca de él y dije en mi corazón: “de acuerdo, aquí estoy. Estoy preparado. Haz conmigo lo que quieras”. En ese mismo momento sentí que algo me estaba sucediendo. Era muy simple y a la vez único. Cuando me levanté, me corrían lágrimas por las mejillas y empecé a llorar con todo mi corazón.

Iván me dijo: “Jim, el hombre siempre encuentra tiempo para aquello que ama. Si alguien que no tiene nunca tiempo conoce a una chica y se enamora de ella, siempre encontrará tiempo para ella. La gente no tiene tiempo para Dios porque no le aman”. Y continúo: “Dios te está invitando a rezar con el corazón”. Le pregunté: “¿Cómo se supone que he de hacerlo?” “Empezando a rezar”, me contestó. En ese momento las puertas de mi corazón se abrieron. Jamás habría soñado que fuera posible. Fuimos a un restaurante y debo admitir que el vino y la comida nunca fueron tan sabrosos como en esa noche particular.


Algo empezó a cambiar dentro de mí. Mi esposa me había querido enseñar en muchas ocasiones en el pasado a rezar el Rosario, pero yo nunca quería aprender. Ahora yo quería rezar pero no sabía exactamente cómo hacerlo. Yo sólo sentía que mi corazón estaba abierto. Una mañana cuando iba al trabajo, le dije al chofer que me llevaba al rodaje cada día: “No sé qué piensas acerca de esto, pero querría empezar a rezar el Rosario”. Para mi sorpresa, él sólo dijo: “vale, recemos”.
En la cálida luz de amor que sentía dentro de mi, era capaz de darme cuenta donde estaba realmente, cuantas tentaciones tenía, donde estaban mis sentimientos, qué débil era yo y qué estrictamente juzgaba a los demás.

¿Cuándo viniste a Medjugorje por primera vez?

Después de acabar el rodaje en Malta, decidí ir a Medjugorje. Cuando tenía 20 años, una  voz interior me decía que tenía que ser actor. Cuando hablaba  de ello con  mi padre, solía decirme: “Si Dios quiere algo de ti es que seas sacerdote. ¿Por qué Él querría que tú fueras actor?".  Yo tampoco  lo entendía en aquella época.

Otra vez, me hice la misma pregunta, ¿Dios quiere que me convierta en actor, para ganar un montón de dinero y ser rico? Era consciente del desequilibrio en el mundo entre los que tienen mucho y aquellos que apenas tienen para sobrevivir, y sabía que eso no es lo que Dios quiere. ¿Iba yo a hacer una elección para buscar riqueza que no proporciona la felicidad permanente o para servir a Dios que quiere guiar mi vida?

Por aquel entonces, Medjugorje me recordaba a Belén y pensaba, que así como Jesús había nacido en un lugar pequeño, la madre de Dios se estaba apareciendo en un pueblo pobre entre montañas. Esos cuatro días que permanecí en Medjugorje por aquel entonces fueron mi punto de inflexión. Al principio  estaba maravillado de lo mucho que rezaba la gente en Medjugorje. Todo me recordaba a un campamento de baloncesto. Allí no solo juegas una partido al día, sino continuamente. Igual que en la escuela donde no solo lees una vez al día, sino siempre, repetidamente. En esos primeros días en Medjugorje sentía un cansancio interior mientras rezaba, porque no estaba acostumbrado a rezar tanto, y le pedía a Dios que me ayudara. Pero después de cuatro días la única cosa que quería hacer era rezar. En cualquier momento que rezara me sentía conectado con Dios. Esa fue mi experiencia y la que desearía para cualquier católico. Quizás cuando fui niño sentí algo parecido y lo olvidé. Ahora me había sido dado otra vez.


foto: medjugorje.net

La misma experiencia continúo de vuelta en casa. En nuestra familia vivimos los sacramentos todos juntos. Mientras conducimos a los niños al colegio rezamos juntos el Rosario. A veces, cuando yo no empiezo a rezar, mi hijo empieza primero.
Cuando volví a Medjugorje por segunda vez, esperaba tener esas primeras experiencias otra vez pero fue diferente. Después de comer un día, algunos peregrinos me invitaron a ir a visitar al padre Jozo Zovko en Siroki Brijeg. Ese era también el deseo de mi mujer. Yo no conocía al Padre Jozo personalmente, pero estaba muy impresionado por todas las historias que había oído sobre él. Cuando me encontré con él puso sus manos sobre mis hombros. Yo puse las mías en sus hombros. Puso sus manos en mi cabeza. Puse las mías en su cabeza. En ese momento sentí en mi interior las palabras: “Te quiero, hermano. Este hombre ama a Dios”. El P. Jozo se giró espontáneamente hacia su intérprete y le preguntó quién era yo y dijo que quería hablar conmigo. Ese fue el comienzo de una duradera amistad.

Eso fue justo después de acabar el rodaje de “La Pasión” y por aquel entonces era capaz de sentir todas las fuerzas conflictivas en mi interior sobre esa película.

¿Podrías decirnos por qué te sentías así y cuál era la conexión entre la película y Medjugorje?

Probablemente estas familiarizado con la expresión “Cruzar el rubicón”. Eso significa que no es posible volver atrás, llegas al punto de no retorno. “La Pasión” fue este rubicón para mi. Cuando empezó el rodaje yo tenía 33 años, igual que Jesús. Siempre me pregunte si yo era merecedor de ser Jesús. Ivan Dragicevic me alentó y me dijo que Dios no siempre escoge necesariamente al mejor, que es algo que él ve en su propia situación. Si no fuese por Medjugorje no habría aceptado nunca tomar parte en la película porque fue Medjugorje donde mi corazón se abrió a la oración y a los sacramentos. Si quería escenificar a Jesús sabía que tenía que estar muy cerca de Él. Cada día me confesaba e iba a la Adoración del Santísimo. Mel Gibson también venía a la Santa Misa con la condición de que fuera en latín. Eso me iba bien porque así aprendía latín.

Había siempre nuevas tentaciones de las que necesitaba defenderme y en esas batallas interiores solía sentir una gran paz interior, por ejemplo, en la escena en la que la Madre de Dios se aproxima a mi y le digo: “Mira, Yo hago todo nuevo”. Repetimos la escena cuatro veces y cada vez sentía que estaba demasiado en primer plano. Entonces alguien golpeó la cruz y mi hombro izquierdo se dislocó. Debido al rápido e intenso dolor, perdí el equilibrio y caí bajo el peso de la cruz. Me golpeé la cara contra el duro suelo y la sangre corrió desde mi nariz y boca. Yo repetía las palabras que Jesús dijo a Su Madre: Mira, Yo hago todo nuevo”. Mi hombro me dolía de manera increíble cuando tomé la cruz otra vez y sentí lo precioso que era tomar la cruz. En ese momento dejé de actuar y tu podías ver sólo a Jesús. Él vino como respuesta a mis oraciones: “Quiero que la gente te vea a Ti, Jesús, no a mí”.

Gracias al rezo continuo del Rosario, -no puedo decir cuántos Rosarios recé mientras rodábamos- pude experimentar una gracia especial. Sabía que no debía utilizar lenguaje grosero, sabía que no podía ser maleducado si quería decir algo a miembros del rodaje. Muchos de ellos no conocían Medjugorje, eran todos grandes actores y teníamos suerte de tenerlos. Pero ¿cómo iba a llevar Medjugorje a ellos sino con  mi propia vida? Medjugorje para mí significa vivir los sacramentos y estar en comunión con la Iglesia. Gracias a Medjugorje empecé a creer que Jesús estaba realmente presente en la Eucaristía y que perdonaba mis pecados. A través de Medjugorje experimenté la poderosa oración que es el Rosario y el regalo que tenemos cuando vamos a la Santa Misa cada día.

¿Cómo podía ayudar a otra gente a aumentar su fe en Jesús? Me di cuenta de que esto sólo podía ocurrir si Jesús está presente en mí a través de la Eucaristía, y así la gente podría ver a Jesús a través de mi vida. Cuando estábamos rodando la escena de La Última Cena tenía un bolsillo interior en mi ropa donde coloqué varias reliquias de santos y una reliquia de la Cruz de Cristo. Tenía un fuerte deseo de que Jesús estuviera realmente presente así que pedí al sacerdote que expusiera el Santísimo Sacramento. Al principio no quiso hacerlo, pero insistí en pedírselo porque estaba seguro que la gente reconocería a Cristo más si yo mismo estaba mirándole a Él. El sacerdote estuvo con el Santísimo Sacramento en sus manos al lado de la cámara y junto a él, se acercó a mí. Cuando la gente ve la película y ve un brillo en mis ojos, no se dan cuenta de que realmente están viendo a Jesús, un reflejo de la Hostia consagrada, en mis ojos. Ocurrió lo mismo en la escena de la Crucifixión: el sacerdote estaba allí, tenía el Santísimo Sacramento en sus manos y yo rezaba todo el tiempo.

El reto más grande en la película no fue, como pensé al principio, memorizar todos los textos en latín, armenio o hebreo sino todos los esfuerzos físicos que necesite hacer. Durante la última escena mi hombro estaba torcido y se dislocaba cada vez que alguien golpeaba la cruz. Mientras rodábamos las escenas de la flagelación, los látigos me golpearon dos veces y tuve una herida de 14 centímetros en mi espalda. Mis pulmones estaban llenos de fluido y tenía neumonía. También tuve falta de sueño crónica  porque  durante meses tuve que levantarme a las 3 de la mañana porque el maquillaje llevaba casi 8 horas.

Otro reto especial era el tiempo frío, las temperaturas estaban muy poco por encima de 0 grados, lo cual era muy difícil de aguantar especialmente en la escena de la Crucifixión. Todo mi disfraz estaba hecho de una sola pieza ligera de tela. Mientras rodábamos la última escena, las nubes estaban muy bajas y un rayo golpeó la cruz a la que estaba atado. De repente todo se volvió silencioso a mí alrededor y note mi pelo electrocutado. Unas 250 personas que estaban a mí alrededor vieron todo mi cuerpo iluminado y vieron fuego a la izquierda y a la derecha de mí. Muchos estaban estupefactos ante lo que vieron.

Sé que “La Pasión” es una película de amor, quizás una de las mejores películas de este tipo. Jesús es hoy en día sujeto de muchas controversias, mucho más que nunca antes. Hay tantos factores que amenazan este mundo creado, pero la fe en Jesús es la fuente de alegría. Creo que Dios nos está llamando de una forma especial en este tiempo, y que necesitamos responder a esa llamada con todo nuestro corazón y con todo nuestro cuerpo.


Fuente: http://www.crownofstars.blogspot.com/

Tomado de testimonios de

http://reinadelapaz.110mb.com/

miércoles, 4 de abril de 2012

A pie desde la India

Este amor de Antonio por su familia fue lo único que le movió a arriesgar su vida.




A pie desde la India


Son los años de la segunda guerra mundial. El mundo está otra vez prostrado en el polvo por la sangre de los hombres que se derrama en todos los lugares. La humanidad se quiere “autodestruir”. El mal hiere, destruye, lleva la muerte en sus manos. Sin embargo, nunca desaparecerá el bien de la faz de la tierra mientras haya personas que amen de verdad.

Es la historia de una mujer italiana, Luisa, que vio partir a su marido, Antonio, para luchar al frente de guerra. Los dos eran personas humildes y vivían sólo del trabajo manual. Reinaban la muerte y la destrucción. Cada día, ella rezaba por el regreso de su esposo. La guerra terminó. Los soldados sobrevivientes regresaron a sus hogares, mientras que los que habían perdido la vida luchando en el frente dejaban en sus familias un vacío inimaginable.

Luisa esperaba cada día la llegada de su marido. Tenía esperanza de que regresaría. Pasan los años y ella permanece todavía en espera. Las probabilidades de que Antonio esté vivo, como la luz de una vela mortecina, se van apagando. Sin embargo, espera.

Ya han pasado nueve años y Luisa todavía no goza de la presencia de Antonio. Los hijos ya no son niños; algunos, ya adolescentes. Preguntan por su papá, del porqué de su ausencia, y que si no ha muerto como un héroe. Todos los elementos externos dicen que es así, pero algo en el interior de Luisa no lo acepta. No puede ser así.

Un día, mientras ella se encontraba trabajando en el taller de la familia, una sombra invadió el lugar. Era un hombre barbudo, cansado y sucio. Luisa se espantó ante semejante visión. Pensaba que aquel individuo tenía malas intenciones. Los ojos de aquella figura desconocida se llenaron de lágrimas y con voz entrecortada exclamó: «Lui-sa». Era Antonio: después de nueve años había regresado.

Durante la guerra, los enemigos lo habían hecho prisionero. Su viaje a la cárcel fue bastante largo… demasiado. Fue encarcelado en Bombay, India. Desde entonces, su único pensamiento se cernía en cómo huir de la cárcel.

Una fotografía de su mujer y sus hijos junto con un crucifijo le daban aliento y esperanza. Se presentó la ocasión propicia; huyó. Un largo camino le quedaba por delante. A veces a pie y otras con algún medio de transporte “gratuito” regresó a Italia.

Este amor de Antonio por su familia fue lo único que le movió a arriesgar su vida, a pasar días de hambre, de frío o de dolor, a atravesar casi medio mundo para abrazar otra vez a sus seres queridos. El amor de este hombre, mi abuelo, fue más fuerte que la vida y la muerte.

Autor: Domenico di Sette


FUENTE:
www.buenas-noticias.org
http://es.catholic.net/buenasnoticias/articulo.php?id=49723

lunes, 2 de abril de 2012

Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo

"El autismo no está restringido a una sola región ni a un solo país;
es un reto de alcance mundial que requiere medidas a nivel mundial"
Mensaje del Secretario General, Ban Ki-moon
con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo,
2 de abril de 2012
Foto de Care/David Rochkind - Diseño de Kim Conger  

El autismo es una discapacidad permanente del desarrollo que se manifiesta en los tres primeros años de edad. La tasa del autismo en todas las regiones del mundo es alta y tiene un terrible impacto en los niños, sus familias, las comunidades y la sociedad.
A lo largo de su historia, el Sistema de las Naciones Unidas ha promovido los derechos y el bienestar de los discapacitados, incluidos los niños con discapacidades de desarrollo. En 2008, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad entró en vigor, reafirmando el principio fundamental de universalidad de los derechos humanos para todos.
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró por unanimidad el 2 de abril como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo para poner de relieve la necesidad de ayudar a mejorar las condiciones de vida de los niños y adultos que sufren este trastorno.

FUENTE: Naciones Unidas