No llegan a los 30, son estudiantes universitarios y además
de preocuparse por sus exámenes los moviliza otra inquietud: la situación de
las personas que viven en la calle. Con la llegada de los primeros fríos y
temiendo que algún indigente no pueda superar las bajas temperaturas, se
embarcaron en una idea que surgió en Buenos Aires y quieren replicar en las
calles rosarinas. Todas las semanas se reúnen a confeccionar bolsas de dormir
con sachets de leche que tienen características que los hacen por demás de
útiles: son impermeables y térmicos.
La iniciativa nació en Buenos Aires de la mano de una
diseñadora de indumentaria y los integrantes de la asociación civil Sol y Luz
la abrazaron como propia aquí en Rosario hace dos meses.
Una bolsa de dormir se forma con 76 sachets. Los chicos de
Sol y Luz juntan las donaciones de envase de yogurt y leche para confeccionar
las bolsas, que son impermeables y térmicas. Saben que quienes duermen a la
intemperie sufren el fío y muchas veces por el rocío amanecen húmedos. Así,
estas bolsas los mantienen a salvo de esas dos inclemencias.
Cada uno junta sachets que pide a familiares y amigos, y
también depositaron dos cajas para que la gente pueda colaborar depositar: uno
en una lavandería y otra en una rotisería.
Y la gente mostró interés porque consiguieron sachets. Ya
pudieron empezar a unirlos y lograron conseguir la primera manta. El objetivo
es por lo menos llegar a 10 o más antes del invierno.
Luego, estas bolsas se repartirán a la gente que duerme en
la calle juntamente con mantas que aportarán quienes están tejiendo y uniendo
cuadrados de lana con la organización Rosario Solidaria.
El motor. Mauro González tiene 27 años, es de Baradero
(Buenos Aires) pero vive en Rosario y es el motor de Sol y Luz. Estudia
veterinaria y trabaja en el Instituto Municipal de Salud Animal (Imusa), y aún
así le queda tiempo para dedicarse a actividades solidarias. Podría ser un
estudiante más, pero se distingue por sus ganas de hacer algo más por la
sociedad.
Cuando conoció “La Sachetera”, una agrupación de Buenos
Aires que se reúne a coser los sachets de leche usados, rápidamente pensó en
traer la idea a Rosario. Se le unieron otros jóvenes inquietos y empezaron a
reunirse todos los martes para reciclar los sachets.
“El proyecto es solidario y también ambiental, porque los
sachets son contaminantes, pero útiles para proteger a los que duermen en la
calle”, destacó Mauro.
“Arranqué con la asociación en Casilda, donde viví los
primeros años de la carrera y ahí armamos la ONG. Cuando me vine a Rosario vi
que había otras problemáticas sociales que necesitaban un trabajo urgente y
empezamos con los sachets”, subrayó.
“Entre los integrantes del grupo recolectamos sachets de
leche o yogurt y después nos reunimos para coserlos. Pusimos una caja en una
rotisería del centro y otra en una lavandería que amablemente se ofreció para
reunirlos. Sin embargo, juntamos mucho más con el boca a boca”, continúa.
Así, la inquietud de estos jóvenes intenta al menos paliar
la necesidad de la gente que vive en la calle, una situación que el Estado
debería, al menos, buscar la forma de mitigarFuente: Diario LA CAPITAL
http://www.lacapital.com.ar/la-ciudad/La-original-iniciativa-de-jovenes-para-ayudar-a-indigentes-20140511-0011.HTML
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