Sung-Bong Choi: de vendedor de chicles a cantante
Su apariencia es de lo más ordinaria posible: una camisa a cuadros, un pantalón arrugado. Su caminar revela un nerviosismo cargado de timidez y su mirada, algo perdida, los años pasados en medio de sufrimientos.
Su nombre es Sung-Bong Choi, tiene 22 años y es de Corea del Sur. Se ha presentado al concurso de Korea’s Got Talent para probar suerte. «No canto muy bien. Pero cuando canto, me siento una persona diferente», dice Sung-Bong. Y es que su pasado no ha sido para nada fácil.
Recluido en un orfanato a los tres años, huyó del mismo a los cinco, debido a los golpes que recibía en el mismo. Desde ese momento, su destino lo fue tejiendo en solitario: vendía chicles y bebidas energéticas en las calles o en clubs nocturnos y dormía en escaleras o baños públicos. ¡Y eso por diez años! No tenía a nadie, no hablaba con casi nadie.
Y la música, ¿de dónde le vino entonces? Así lo describe él: «Me gusta cantar porque es la primera cosa que me gustó después de este tipo de vida». Y repite una y otra vez que no es un buen cantante… ¡simplemente le gusta cantar y ya!
Pero cuando suenan las primeras notas de Nella Fantasia, de la película “La Misión” y Sung-Bong Choi comienza su recital, todo se detiene. La mirada de los presentes se clava en ese joven de 22 años, que hechiza a todos con el timbre barítono de su voz, de su extraordinaria y bella voz.
Cuando por fin termina, una de las presentadoras le pregunta en medio del llanto en dónde aprendió a cantar: «Cuando era joven, me pasaron muchas cosas malas, como cuando me vendieron. Pero un día estaba vendiendo chicles en un club nocturno y vi un vocalista cantando en el escenario. Me quedé fascinado por ese hombre que cantaba con tanto entusiasmo. Desde entonces, comencé a cantar».
Y sí, nadie le enseñó nada; todo fue por propia voluntad e imitación. Con el coraje de quien se agarra a su única tabla de salvación en medio de tanto dolor, de tanto abandono, de tanto sufrimiento. Su primer colegio fue el High School. Un buen resumen lo dio una de las presentadoras del programa: «A pesar de su vida tan difícil, él corre apasionadamente hacia lo que realmente quiere. Ni siquiera gente talentosa tiene esa pasión».
Susan Boyle y Paul Potts revolucionaron el mundo entero con su aparición en Britain’s Got Talent. Todos recuerdan el contraste entre su aspecto burdo y la bella y melodiosa voz que salió de su garganta. Ahora, Sung-Bong Choi vuelve a tocar la fibra del corazón del mundo, pero con un añadido: ha demostrado que la superación personal es siempre posible. Basta soñar, aprovechar las oportunidades y nunca rendirse, por más oscura que se pueda presentar la vida.
Autor: Juan Antonio Ruiz J
FUENTE: Fuente: www.buenas-noticias.org
http://es.catholic.net/buenasnoticias/articulo.php?id=51052
1 comentario:
Bien por Sung!!!
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