Fuente de inspiración. Eso es Hunter Doherty Adams, más conocido como Patch Adams el célebre doctor que disfrazado de payaso ha deleitado por más de 40 años a millones de niños enfermos.
“La ira y el dolor son parte de la vida, pero quedarse así sin hacer nada no te permite avanzar y contribuir para hacer de este un mundo mejor. Hay que usarlas como inspiración” sostuvo el célebre médico en una conferencia dictada en la Universidad San Sebastián (*).
El payaso estadounidense comentó que “hoy vivimos tiempos violentos y crueles pero que son una oportunidad para ser parte de la revolución del amor, ya que es la forma de trabajar por nosotros mismos y también por las generaciones futuras”.
El dolor está en todos lados
El médico estadounidense aprovechó la oportunidad para explicar a jóvenes universitarios que si bien a diario nos vemos enfrentados a situaciones complejas, incluso podemos desafiarnos a nosotros mismos e ir en busca de situaciones aún más extremas como la hambruna, la pobreza, las enfermedades terminales, entre otras.
Y puso el ejemplo a la población de Haití, post terremoto. “El equipo de la Fundación Patch Adams vivió junto con ellos la crudeza de lo que ahí sucedió, pero aún en las peores condiciones la gente y especialmente las mujeres que son madres, protegieron a sus hijos y les entregaron amor. Básicamente ese es el ejemplo, actuar como lo haría tu madre”.
Lo que quieres ser
Patch Adams vivió diversas tragedias personales desde muy pequeño, pero fueron esas experiencias las que lo llevaron a tomar la decisión de ser feliz y vivir aquella promesa como un acto político sin dejarse opacar por ninguna experiencia negativa.
“En el mundo hay millones de personas que sufren y a mí me gusta hacerlos reír porque son ellos quienes tienen problemas, en cambio mi vida es fácil”, explica Patch Adams.
De acuerdo a lo que explica Adams si una persona opta por ser feliz necesita:
-Ser parte de la revolución del amor.
-Saber que para ser un buen payaso solo necesitas ser gentil y generoso como tu madre.
-Si tienes amigos y comida es suficiente. ¡Considérate afortunado!
-Cada día al levantarte concéntrate en tus buenas intenciones.
-No te concentres sólo en dar alegría y amor a ti mismo, hazlo también con el resto. De lo contrario caerás en la autocomplacencia.
-Deja atrás la ira y el sufrimiento. Sirven de impulso, pero no te dejan avanzar para construir un mundo mejor
(*) Conferencia dictada en la Universidad San Sebastián (Chile) el jueves 24 de noviembre de 2011
FUENTE: Universidad San Sebastian
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