jueves, 1 de septiembre de 2011

Papelnonos : Tienen más de 70 y animan las fiestas con instrumentos de papel

"No quiero pastillas de tantos colores, porque esa no es mi medicina, no se trata de aspirinas, para mí es más fácil sonreír"... Quizás la letra de la canción que interpretan las chicas de Papelnonos Rosario resuma un poco el sentir de la agrupación y de sus pretensiones.
¿Qué es y qué trabajo se realiza en este programa? La coordinadora del grupo, Paula Bursztyn, le cuenta que Papelnonos "es un programa social, educativo y cultural que se orienta a promover y generar oportunidades de participación para un envejecimiento activo y con inclusión social. Tratamos que los viejos no estén solos en su casa pensando que ya no les queda nada en la vida y que empiecen a hacer esas cosas que en su época activa no pudieron".
Básicamente, se trata de un grupo de chicas mayores, hoy de entre 71 y 85 años, que fabrican sus propios instrumentos utilizando papel, cartulinas y pegamento, y construyen verdaderas joyas. Muestran que a esta edad se puede y se deben seguir haciendo cosas y lo expresan a través de una orquesta y sus canciones. Sobre una base grabada, ellas hacen sonar sus instrumentos con el sonido de sus bocas. También hay teatro
La psicóloga, que también hace las partes de soporte musical, explica que "a través de la música y del arte se trata de conseguir estos objetivos. Está basado en algunas cuestiones de la filosofía, de la psicología, en donde sucede que a partir de hacer otra actividad, en este caso la construcción de instrumentos de papel, el armado de cuentos, el teatro leído, a través de la creatividad se van logrando objetivos diferentes". Amelia Passo, es una de las referentes del grupo. A sus 75 años, y después de haber trabajado 30 años en Vialidad Nacional, intenta resumir sus seis años en la agrupación: "Esto es lo más lindo que hay. Yo quedé viuda hace unos años, estaba muy deprimida. Soy pensionada del arte de curar y un día llegué aquí por unas clases de dibujo y una señora me dijo por qué no me anotaba en Papelnonos. Ni sabía lo que era. Me dijo que me iba a gustar. Y fue así. Hice los instrumentos, el chaleco, los sikus. Me encanta el grupo que hay, porque somos casi 20 mujeres y nos llevamos bien. Les aconsejo a las mujeres de cierta edad que se junten con nosotras, porque es una experiencia bárbara. Vamos a geriátricos, jardines de infantes, escuelas. Y cada presentación nuestra es una emoción diferente", expresa.
Luego de reclamar la presencia de hombres en el grupo -"porque no tenemos ni uno" y se ríen en grupo-, Amelia dice que cada presentación es una anécdota: "Nos ha pasado que vienen chicos y nos preguntan por qué sus abuelas no pueden hacer lo mismo que nosotras. O nos hacen firmar algún dibujito y después nos enteramos que lo tienen al costado de su cama", se emociona.
Y quizás para redondear lo de la participación de los adultos mayores, Amelia resalta que "uno no se tiene que quedar sin hacer cosas y sin ayudar a otro. El aislamiento es lo peor que le puede pasar a una persona. Porque haciendo este tipo de cosas, también existen otras alternativas, uno se ayuda a sí mismo y puede ayudar a otro. Y nosotros, con nuestras canciones, que hablan de la vida, del ayudar, de la felicidad; y nuestro bailes, tratamos de hacer eso. Y es muy gratificante". Palabra de Papelnono.
Risas y un sinnúmero de anécdotas
Una vez por semana, los viernes a la mañana, las abuelas de Papelnonos se juntan a ensayar en la Casa del Jubilado del Arte de Curar. Y cantan y bailan como si la vida fuese una fiesta permanente.
Felisa Arelovich tiene 82 años y está en el grupo desde que comenzó a funcionar en Rosario, hace 9 años. Los había visto por TV y alguien la convocó para hacer lo mismo en Rosario. "Y me presenté", explica. "Me gustó el grupo y me integré. Como a mí siempre me gustó cantar y participé de coros, me resultó fácil. Sumé a mi cuñada, a otra amiga y así fuimos creciendo. Esto es muy gratificante".
Entre tantas anécdotas rescata una especial: "Fuimos al jardín de infantes Palabra Kadabra. Cerraron la calle y allí actuamos. Fue fantástico. Hacía frío, pero el calor humano que había nos llegó al corazón. Los chicos se acercaban y nos regalaban dibujitos, la gente del barrio bailaba y cantaba con nosotras".
Norma Pellegrini es la más jovencita del grupo, con sus guapos 71 años bien puestos. Fue docente de música y la conexión con Papelnonos fue muy fuerte: "Los descubrí en una presentación que hicieron en el teatro La Comedia. Me fascinó. Los empecé a buscar y el hecho de haber sido docente de música me atrajo aún más. Cuando me jubilé no quise quedarme quieta y empecé a buscar qué hacer. Y aquí estoy, muy feliz desde hace un año y medio".
"Fuimos al geriátrico de las Siervas de Jesús y los viejitos se pusieron a bailar con nosotras. Otro día fuimos a una actuación al museo Castagnino. Y una de las canciones fue con pura participación de la gente. Ese día ni Paula (la coordinadora) se salvó de que la sacaran a bailar", cuentan un poco entre todas .
"En otra oportunidad, en Cañada de Gómez, le pedimos a la gente que acompañara con las palmas uno de los temas. Y una señora de la primera fila se sacó las sandalias y las golpeó con todas sus fuerzas. Fue fantástico", evocan y se ríen pensando en próximas anécdotas y encuentros.
Por Mario Candioti
FUENTE: Diario LA CAPITAL
Para interiorizarse más sobre el tema pueden dirigirse al link de la Fundación Papelnonos

1 comentario:

Anónimo dijo...

QUE INTERESANTE ACTIVIDAD PARA LAS PERSONAS MAYORES, CUMPLE UNA FUNCION MUY FELIZ PARA LAS QUE INTEGRAN EL GRUPO Y PARA LOS QUE DISFRUTAN DE ESA ACTUACION PARTICIPANDO TAMBIEN. FELICITACIONES!!!