Ésta es la historia de Michael Oher, un muchacho afroamericano al que llamaban Big Mike por su gran tamaño. Venía de una familia con una realidad social de aislamiento y miseria absoluta con un padre ex presidiario que nunca se ocupó de él ni de sus hermanos y una madre adicta a las drogas. Tenía un vocabulario muy pobre, peor aún, conocía pocas palabras, esto lo llevaba prácticamente a no hablar casi nunca.
El padre de un amigo que lo hacía dormir en su casa algunas noches, lo lleva a una escuela cristiana, la Briarcrest High School y promete al encargado de la admisión que puede ser un buen estudiante y sobre todo un muy buen deportista.
En un primer momento se ve que va a resultarle muy difícil poder aprender como los demás estudiantes. A pesar de lo que piensa la mayoría de los docentes, una maestra advierte que el joven es inteligente, pero no sabe como aprender.
El muchacho al llegar la noche no regresa casi nunca a su hogar por la dolorosa situación familiar que se repite a diario y pasa la noche en lugares tan poco confortables como una lavandería, simplemente porque tenía un techo.
Una de las tantas tardes en las que Michael buscaba un sitio para pasar la noche, el auto en el que viajaba el matrimonio Tuohy y sus dos hijos se detienen en el camino, la señora Leigh Anne Tuohy se compadece del muchacho y lo invita a pasar el día de Acción de Gracias en su casa.Viendo Leigh Anne que el muchacho no tenía donde dormir, lo invitó a quedarse a dormir en el living de la casa, esto sucedió una noche más, y luego otra y otra más.
El joven comenzó a encariñarse con toda la familia, Leigh Anne, su esposo Sean Tuohy, propietario de una cadena de restaurantes, el niño S.J. y la adolescente Collins.
Se dio una relación de afecto tan grande que Michael reconoce que esta familia ha cambiado su vida, pero la señora Tuohy manifiesta que en realidad él se la ha cambiado a ella.
Le ofrecen una de las habitaciones de la casa y él sorprendido por tanto amor, expresa que nunca tuvo una cama, lo cual conmueve una vez más a Leigh Anne, toda esta situación, el afecto creciente, lleva al matrimonio Tuohy a pensar seriamente adoptarlo legalmente.
En la escuela descubren que Michael puede aprender si le leen las lecciones, el tiene una gran capacidad de captación, esto le da la posibilidad también de comenzar a practicar deportes, sobre todo el fútbol americano.
Luego de que el coach del equipo intentara hacerle entender con muy poco éxito las reglas básicas de ubicación en los entrenamientos de fútbol americano, el pequeño S.J. y la señora Leigh Anne le empiezan a enseñar al pie de la letra el reglamento del fútbol americano, como jugar como ubicarse, y sobre todo que rol debe cumplir en el campo de juego. Esto hace que el mejore notablemente el rendimiento en el juego a tal punto que comienzan a observarlo con buenos ojos, directores técnicos de distintas universidades del país. El título de la película “El lado ciego” se refiere al tackle que se utiliza para defender el lado vulnerable del mariscal de campo, pero también a la protección de nuestros seres queridos.
Mientras esto sucedía la Sra Tuohy contrata una pedagoga especializada en jóvenes con problemas de aprendizaje la cual dedicaba a Michael cuatro horas diarias. Esto se debía sobre todo a que la la NCAA prohíbe entrar en la universidad a los deportistas que no logren un promedio mínimo de 2.65. Pese a sus esfuerzos su media de 2,05 era insuficiente. Su padrastro, Sean Tuohy, averiguó que había un curso de diez días impartido por la Brigham Young University para mejorar la nota escolar, con un examen final a través de internet. Toda la familia se abocó exclusivamente a Michael, que logró las calificaciones requeridas para entrar en la universidad.
Michael eligió la Universidad de Mississippi, allí se convirtió en 'All America' y se labró su actual presente en la NFL con los Baltimore Ravens. Además en su segundo año en la universidad se le efectuó otro test de inteligencia. Arrojó un resultado de 105, que corresponde a la media de todo ser humano.
Michael Ohen es capaz en la actualidad de hacer cosas que todos las consideramos por supuestas pero que él nunca habría podido conseguir sin la ayuda y el amor de los Tuohy, su familia adoptiva.
Michael Oher y sus padres adoptivos Sean y Leigh Anne
La película “Un sueño posible” (“The Blind Side”) está basada en una historia real que toca las fibras más íntimas y nos muestra que la buenas historias no son inventos de algunos soñadores, en este caso, esta maravillosa historia la soñó y la llevó a la realidad una generosa familia de Menphis.
La hermosa Sandra Bullock ganó el premio Oscar a la mejor actriz por esta película. El papel de Michael Oher lo interpretó el actor Quinton Aaron.
Por Edgardo Consiglio Para Títulos Felices
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